El día de su asesinato, Okass y su papá, Martín Alfredo Rangel Gutiérrez festejaban el Día del Padre. Los dos convivían en el plantón que integrantes del Consejo Indígena por los Derechos Fundamentales instalaron frente a la agencia municipal de Huazantlán del Río.
En este lugar también se encontraban otras 30 personas, quienes protestaban contra las detenciones arbitrarias realizadas el 2 de mayo de 2020 por autoridades de la agencia, encabezada por José Luis Chávez Salinas, ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Según testimonios de los sobrevivientes, el 21 de junio del 2020 a las 19:00 horas entre 400 y 600 personas, comandadas por Camerino Dávalos Larrinzar, los comenzaron a insultar y querían expulsarlos del plantón.
Okass Marisa tenía un problema en los pies, por eso, no pudo huir de prisa y se quedó atrapada entre la multitud. En ese momento, su padre Martín regresó a rescatarla, pero los dos fueron atrapados por los asesinos.
De Okass y de su padre no se supo nada durante toda la noche. A la mañana siguiente encontraron los cuerpos sin vida tirados frente a la agencia municipal de Huazantlán del Río.
Okass nació un 8 de marzo de 1997 y al momento de su asesinato tenía 23 años. Sus papás, Martín Alfredo Rangel Gutiérrez, asesinado en la masacre, y María Isabel Oviedo Ahumada, la nombraron Okass (que en lengua indígena ikoots significa estrella).
Ella era madre soltera y dejó huérfanas a las niñas María Fernanda de 6 años y Ashley Isabel de 8 años. Trabajaba como vendedora de gelatinas y chiles rellenos. Además, para poder solventar sus gastos, bordaba blusas típicas que vendía en su pueblo. Algunas veces se empleaba en Salina Cruz como auxiliar de oficina.
Sus familiares cuentan que estudió hasta el cuarto semestre de Preparatoria pues dejó la escuela luego que se embarazo y comenzó a vivir con el papá de su primera hija. En esa etapa de su vida comenzó a vender comida y se volvió artesana.
En cuestiones de salud, de pequeña padeció poliomielitis, lo que la dejó con una discapacidad. Además, tenía problemas de epilepsia y un pie más chico que el otro. Debido a las enfermedades que sufría, los médicos le daban poca esperanza de vida, inclusive, no veían la posibilidad de que Okass tuviera hijos. Cuando era niña, el diagnostico médico era que viviría, como máximo, 8 años.
Uno de sus sueños era estudiar la licenciatura en derecho. Profesaba la religión católica y disfrutaba de las fiestas de la Virgen de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, y la de San Felipe de Jesús que se festeja el 5 de febrero.
Políticamente, Okass se identificaba con el Consejo Indígena por los Derechos Fundamentales, organización de izquierda que se fundó en marzo del 2006, ligada al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que dirige Bernardino Ponce Hinojosa, quien en el 2020, año de la masacre, era presidente municipal de San Mateo del Mar, Oaxaca.
Por la participación que tenía en esta organización, Okass invitaba a las mujeres de su localidad a participar en la vida comunitaria, levantar la voz y defender sus derechos.
Cronología de los hechos
La tarde del 2 de mayo del 2020, en plena pandemia, la vida de Okass cambió radicalmente cuando un grupo de topiles (policías municipales nombrados en asamblea comunitaria) la sacaron de su casa. Con golpes y vejaciones se la llevaron, junto con su hija de 6 años, a la cárcel de la agencia municipal.
La mujer denunció que durante su detención ilegal los topiles le desgarraron la ropa, le quitaron la playera y dejaron sus senos al descubierto. Ya en la cárcel, le pusieron una pistola en la vagina y la torturaron verbalmente junto con otras mujeres que también fueron detenidas de manera arbitraria.
La noche del 3 de mayo del 2020, junto con más de 20 detenidos, Okass escapó de la cárcel, luego que un grupo de pobladores y parientes liberaran a los detenidos. En esa riña fue asesinado Filemón Villalobos, agente municipal suplente de Huazantlán del Río.
En ese momento, José Luis Chávez Salinas, ligado al PRI y opositor al grupo al que pertenecía Okass, fungía como agente municipal de Huazantlán del Río.
Después de su detención arbitraria y de la violencia en la zona, Okass junto con María Rosario Guerra, Estela Virgen Olavarrí Montero y Luz Elva Ponce Hinojosa, quienes también fueron detenidas el 2 de mayo en Huazantlán del Río, se dieron a la tarea de ir a la capital de Oaxaca a denunciar todas las vejaciones que sufrieron por parte de las autoridades de la agencia municipal, comandados por José Luis Chávez Salinas.
El 5 de mayo, Okass acudió a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, donde le tomaron su declaración, pero el trámite no provocó mayores repercusiones. En tanto, en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca fue a solicitar medidas cautelares, pero el trámite se prolongó y hasta el día de su asesinato no le llegó ningún apoyo, criticaron familiares de la víctima.
En YouTube https://www.youtube.com/watch?v=dfUYqxfEc8s se encuentra un video con la entrevista que le hicieron a Okass el 5 de mayo al salir de la Defensoría, donde relata la violencia que sufrió cuando se llevaron a la cárcel.
“La jalaron de los pelos a mi nena para meterla a la cárcel. Esa señora Teófila Ochoa González con el señor José Luis Chávez nos tuvieron ahí encerradas a mí y a mi nena. Mi nena es una chiquitita”, relató entre lágrimas.
Al no obtener respuesta de las instituciones en Oaxaca y seguir impunes las detenciones arbitrarias, Okass y el grupo de mujeres decidió instalar un plantón frente a la agencia municipal de Huazantlán del Río, de donde las desalojaron y asesinaron.