Oaxaca. – “A lo mejor al otro año ya no vivo, ya morí”, dice con nostalgia don Basilio Cirino Lita Mora, una de las últimas personas hablantes del Tu´un Savi de San Miguel Tlacotepec, Oaxaca, al Sur de México.
“El pueblo estaba dormido, nadie se acordaba de nuestra lengua. Me da mucho sentimiento, la verdad ya me hablaron muy tarde, porque a mi edad lo veo difícil, aunque por otro lado veo muy emocionados a los niños que están yendo a las clases”, narra con un destello de esperanza.
Don Basilio y don Félix García son los maestros de casi 30 niños y niñas, quienes buscan mantener vivo su lengua también conocido como mixteco, que pese a ser el segundo más hablado en el estado, después del zapoteco, en San Miguel Tlacotepec está al borde de la extinción.
Sólo quedan 150 personas, 5% de poco más de 3 mil habitantes, que hablan la lengua tu´un savi en este municipio; por este motivo las autoridades locales han emprendido un proyecto para rescatar la lengua con la ayuda de 30 niñas y niños, quienes dedican dos horas de cada sábado al aprendizaje de la lengua de sus ancestros.
“No hablar la lengua es una limitante para crecer como personas y como sociedad. Recuperar nuestra lengua y cultura nos hace más fuertes; si se muere nuestra cultura estamos destinados a desaparecer también”, sentencia Marco Antonio Salazar Cuevas, presidente municipal de esta comunidad de la región Mixteca.
Aunque es una tarea titánica para Don Basilio y Don Félix, afirman que se sienten emocionados por la capacidad de aprendizaje de los pequeños, entre quienes se cuentan sus nietos y sobrinos, además de su interés y emoción al pronunciar las primeras palabras. La idea es que, en un año, las pequeñas y pequeños puedan sostener una conversación.
«Nosotros pensábamos que nadie tenía interés en aprender, porque cuando caminamos ya no encontramos a personas que hablen, pero resulta que los niños le están echando muchas ganas, nos preguntan cómo se dice esto y lo otro. Nosotros también nos sentimos como niños, porque con ellos vamos aprendiendo”, platica emocionado don Félix García, quien aprendió a hablar tu´un savi mediante la socialización con sus vecinos.
Entre los objetivos de la iniciativa para el rescate de la lengua está aumentar el número de hablantes, que pase de 5% a 30% o 40% de la población.
Marco Antonio añade que debido a la falta de hablantes de tu´un savi, el municipio no puede acceder a programas sociales y de fortalecimiento que ofrecen distintas instituciones: “no se nos considera como una comunidad originaria y por lo tanto no podemos acceder a ciertos programas”.
“Queremos que nuestros niños tengan mayores perspectivas de vida, incrementando este porcentaje; deben de recuperarse espacios que están en el abandono para fortalecer la identidad de las familias de San Miguel Tlacotepec”.
Discriminación, una de las causas de la extinción de la lengua
A don Basilio sus padres le hablaban en Tu´un Savi desde que nació, al igual que lo hacían muchas madres y padres con sus hijos en San Miguel Tlacotepec; sin embargo, una vez en la escuela sus profesores le prohibieron hablar su lengua, además de que sus compañeros se burlaban de él.
Don Basilio narra que con el tiempo él y otros dejaron de hablar Tu´un Savi; tampoco les enseñaron a sus hijos para evitar que, como ellos, fueran víctimas del racismo y la discriminación: “Nosotros que hablábamos en mixteco nos discriminaban, nos decían: ‘¡esos indios!’, siempre nos humillaban, por eso ya no le enseñamos a nuestros hijos”.
“Ni mis hijos insistieron, ni yo les enseñé”, recuerda. Entre otras razones, fue que las mayorías de las familias se dedicaban a trabajar en el campo desde la madrugada hasta el anochecer y no había espacio para enseñarles o platicar en su lengua.
Según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, las 10 lenguas más habladas en México son náhuatl, maya, tzeltal, tsotsil, mixteco, zapoteco, otomí, totonaco, ch´ol y mazateco.
En Tlacotepec solo quedan de cinco a ocho personas que aún hablan la lengua con fluidez, aunque debido a su edad avanzada, algunos ya no escuchan bien. El resto de los 150 hablantes ya no pronuncian las palabras correctamente e, incluso, han dejado de usar muchas palabras o ya no saben cómo pronunciarlas.
Texto/Fotos: Juana García