Texto/Fotos: Alejandra Javiel
Oaxaca.- Tres mujeres encabezan el rescate y fortalecimiento de la lengua ngigua – ngiba de dos comunidades de la región chocholteca en el estado de Oaxaca al Sur de Mexico; De acuerdo al INALI en la zona no había registro de nuevos hablantes de esta lengua, en los últimos 25 años.
Las mujeres se centran en la formación de nuevos hablantes esperanzados de los actores comunitarios que impulsan la revitalización oral y escrita del ngigua – ngiba.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INLI), en la zona no había registro de nuevos hablantes desde hace más de 25 años, por lo que con estas acciones las comunidades buscan darle una nueva oportunidad a su lengua. Para ellos con ayuda de hablantes de la comunidad han formado grupos de niñas, niños y adolescentes interesados en aprender la lengua ngigua – ngiba de sus padres y abuelos.
Zenaida Reyes Valdivia, Elizabeth Velazco Pérez y Cecilia Cruz Hernández lideran un proyecto que, pretenden revertir el daño que el Estado mexicano provocó al negar a las familias chocholtecas aprendieran su lengua materna imponiendo el uso del español como idioma oficial.
“En estas comunidades se han puesto en marcha acciones que involucran a diferentes actores comunitarios para promover entre las niñas, niños, adolescentes y a adultos la enseñanza de su lengua materna”, afirman las mujeres ngigua
Desde el mes de agosto del año 2022, las comunidades de Xadë Nchaxii Ndaia nombrada como Santa Catarina Ocotlán y Xadë kújna conocida como San Pedro Buenavista, ubicadas en la región chocholteca del estado de Oaxaca, iniciaron un proyecto que busca rescatar y revitalizar la lengua ngigua – ngiba de sus comunidades.
“Me gusta aprender chocho, cuando sepa más voy a hacer rap en chocho y voy a ser famoso”, dice emocionado uno de los niños de San Pedro Buenavista
Los aprendices de ngigua – ngiba se basan en un ‘método natural´
Las y los maestros son personas que aún conservan la lengua de la comunidad y que con el acompañamiento de la maestra Elizabeth han desarrollado un modelo de enseñanza al que han nombrado, ‘método natural’.
“No es más que enseñar la lengua de la manera en que aprendieron el español, es decir hablando en situaciones cotidianas”, explican las coordinadoras.
A las clases asisten niñas, niños, adolescentes de entre tres a 18 años de edad y también asisten las madres de familia quienes se han vuelto unas aprendices entusiastas en adquirir la lengua de sus abuelos.
Durante las clases que duran hasta cuatro horas y que se imparten en las casas comunitarias, las y los maestros juegan, cantan, interactúan y promueven que se den diálogos para practicar la lengua. Mientras que las niñas y niños más pequeños, escuchan atentos y aprenden junto con sus hermanos mayores y sus mamás.
Una de las niñas comentó que aunque en preescolar, la primaria y secundaria se escuchó la palabra ‘indígenas’, a ella nunca le enseñaron su idioma, incluso en el albergue del INPI, el maestro sólo los ponía a escribir palabras que no sabían cómo se pronunciaban.
La maestra Filomena y el maestro Fabian coinciden que, aunque no cuentan con la formación de un docente, han descubierto que el método que idearon y su entusiasmo son el ingrediente más importante para que sus alumnas y alumnos aprendan.
“Cuando me invitaron a enseñar el chocho, yo pensé que cómo iba a hacer eso, pero la maestra Eli me ayuda, ya no tengo miedo, si puedo enseñar mi idioma”, indica la tía Filomena quien también ayuda con las clases.
Las autoridades tradicionales tampoco han sido ajenos en este tipo de proyectos, afirmaron su compromiso por continuar impulsando este trabajo, como parte de su identidad como pueblo originario.
Como parte de las actividades de este proyecto, en diciembre del 2022, se realizaron dos encuentros de niñas y niños de ambas comunidades quienes pudieron convivir, intercambiar experiencias,fortalecer lazos de colaboración y el compromiso de seguir aprendiendo el idioma milenario ngigua – ngiba.
Esta experiencia de rescate y revitalización es un esfuerzo impulsado por el interés de las propias comunidades que se reconocen como parte de la región chocholteca que abarca comunidades de los estados de Puebla y Oaxaca.
Los pobladores han expresado que este proyecto es un ejemplo de cómo desde la acción de los actores locales se puede trabajar para generar posibilidades de revertir los estragos que han dejado en décadas la castellanización por parte de las instituciones públicas.
En Oaxaca de acuerdo al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) se hablan 16 lenguas maternas, el más reciente es el tacuate, además del mixe, chocholteco, mixteco, triqui, chatino, amuzgo, cuicateco, ixcateco, chontal, mazateco, zapoteco, náhuatl, zoque, huave, y chinanteco, las cuales suman más de 176 variantes.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Oaxaca hay 1,221,555 personas mayores de 3 años de edad que hablan alguna lengua indígena; en México, Oaxaca es el primer estado donde mayormente se habla alguna lengua indígena.