OAXACA. – Griselda Sánchez Miguel conocida como “Lluvia Obsidiana” integra su trabajo a través de las voces de personas y colectivos que están en pie de lucha desde los territorios, su trabajo se centra en la mezcla del sonido ambiental donde se desarrollan las personas y su cotidianidad, “nombrar a sus muertos para no abandonarlos, para no olvidarlos como la masacre de Nochixtlán”, menciona sobre los hechos ocurridos en Nochixtlán, Oaxaca.
Griselda Sánchez es paisajista sonora, comunicadora, periodista y productora radiofónica independiente, lleva más de 10 años facilitando talleres a radios comunitarias, principalmente a mujeres radialistas.
Sobre el arte sonoro indica que, la palabra es para andar, caminar y encontrarse con otras palabras ya que hay sonidos que son un control social, dice. Su trabajo nos cita a buscar a los desaparecidos como Bruno Chicharra, desaparecido el 10 de mayo del 2018 en la ciudad de Tehuantepec.
“La música y el territorio es la vida, por ello la destrucción de los territorios implica la destrucción de nuestro mundo. Hacer una fiesta es recuperar quienes somos; Nos tienen miedo de quienes somos, nos gusta trabajar desde el corazón y también pensar, nos dimos cuenta de la importancia de compartir y nos pusimos hacer audios, videos para que todos pudieran saber que hay en la comunidad y se soñó hacer una radio para compartir todos esos saberes y el sentido de comunidad, preguntar para saber respuestas”, narra sobre su andar en medios como la radio.
En la búsqueda de diversas narrativas desde una posición en defensa a la vida, Griselda Sánchez ha escrito: La Línea; Relatos de la resistencia en Atenco; Y de Aire, no te vendas: La lucha por el territorio desde las ondas. Su más reciente investigación es sobre la construcción de territorios sonoros, alteraciones y megaproyectos que forma parte de su tesis para obtener el grado de Doctora en Desarrollo Rural de la UAM-X.
La productora nos ha regalado historias de resistencia, la relación de familias con el territorio, animales, medio ambiente que, tienen interrelaciones con las emociones de la vida, percepciones y sensaciones. “Si nos quitan el territorio, nos quitan todo, nuestra vida”, señala en su libro de Relatos de la resistencia en Atenco.
En el paisaje sonoro sobre los hechos del 2006 en Oaxaca, la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Griselda mezcló sonidos y recuerdos de cómo surgió esta lucha, sus demandas y la cotidianidad de aquellos días, a todo ello le llamó fundación de recuerdos.
La periodista también explica cómo funciona una radio, en donde se habla desde la voz, la música, los efectos y el silencio los cuales se mezclan para convertirlos en historias, “atrás están otros sonidos que llamamos ambientes sonoros, paisajes sonoros, grabaciones de campo que se realizan para hacer estas postales”.
El sentido auditivo le prestamos poca atención porque somos sociedades muy visuales por tanto el margen de percepción está disminuido y el sentido auditivo no se cierra al contrario se abre, es un sentido de supervivencia y es un sentido que nos avisa del peligro, un sentido que nos mantiene alertas, el sonido es un control social y eso lo ha entendido el Estado, detalla sobre el sonido, la paisajista sonora.
“El derecho de decir su palabra, hablar su idioma al aire es como la tierra, el agua. Es un derecho que tiene un pueblo a decir su palabra, cualquier persona de este planeta. La eternidad del aire que se hace escuchar”, cita en Palabrandar, una producción radiofónica en 2017 hecha por Griselda Sánchez.
En su libro “Hacedoras de estrellas” está inspirado en la mujer de la nación Ñu´u Savi y el fuego, es una publicación con una narrativa sencilla, contiene también ilustraciones elaboradas por Yssel Tarija. La también periodista habla de las mujeres de esta nación y de la vida e historias de su abuela Chencita, una mujer sabía del territorio Ñu´u Savi de la región de la Mixteca de Oaxaca.
Griselda Sánchez reflexiona que lo importante es que, las personas tengan su propia voz, “tenemos voz y es muy antigua, tenemos resistencia y con nuestras voces amplificamos todo. Lo que escuchamos es parte de nuestras relaciones con la madre tierra, con la lluvia, con todo lo que nos rodea, pensar, accionar, todo tiene voz”.
Su trabajo como radialista comunitaria le ha ayudado a obtener varios premios de la Bienal Internacional de Radio, también ha participado en diferentes Festivales Nacionales e Internacionales de arte sonoro.
Recientemente recibió un reconocimiento por parte del Instituto Municipal de la Mujer de Oaxaca por su vasta trayectoria.
Texto: Malinalli Martínez
Fotos: Especiales