Al momento de su asesinato, Argelia tenía 33 años. Nació 18 de julio de 1987 y era la cuarta de nueve hijos. Sus padres: Hilario Hernández Canseco es campesino y Crispina Villanueva Templado es ama de casa.
Ella era madre soltera y dejó huérfanos a Jefri, de 13 años y Arlette, de 12 años.
Sus familiares que la recuerdan platican que era artesana, le gustaba bordar servilletas y blusas típicas que vendía en su pueblo. También, ofrecía cosméticos por catálogo y en algunas ocaciones emprendió la venta de pescado horneado. Para ganar más dinero y mantener a su familia, ocasionalmente, trabajaba en Salina Cruz como trabajadora del hogar.
Su familia comparte que con esfuerzos terminó el bachillerato porque su familia es de escasos recursos económicos y no les alcanzaba para darle estudio a sus nueve hijos. Argelia dejó la escuela para ponerse a trabajar y aportar a los gastos de la casa.
Ella quería seguir estudiando y platicaba que le hubiera gustado ser enfermera para atender a los pacientes que más lo necesitaban.
Entre sus gustos se encontraban cocinar y escuchar canciones en lengua ikoots. En sus días de tranquilidad se comía un pescado horneado con tortillas de camarón. Le gustaban los huipiles bordados, típicos de la región.
En cuestión política, recuerdan que ingresó al Consejo Indígena por los Derechos Fundamentales por iniciativa propia, al enterarse de la violencia que habían sufrido Okass Marisa, María del Rosario, Estela y Luz Elva quiso apoyar al movimiento porque se sentía identificada con ellas.
Periodista: Arcelia Maya