Elsa Jaimes es una mujer de 63 años de edad que nació en La Alcantarilla, un rancho de San Pedro Limón, localizado en el municipio de Tlatlaya en el Estado de México. A los 13 años su familia se mudó a la Ciudad de México en busca de un mejor futuro.
Pudo estudiar un año de primaria en la escuela nocturna cuando tenía 15 años edad, pero tuvo que dejar la escuela porque su trabajo de mesera no le permitió continuar aprendiendo. A los 19 años se mudó a un poblado en Oaxaca, donde terminó de aprender a sumar y restar gracias a que emprendió un negocio con su esposo.
Aunque Elsa no sabe dividir, ni multiplicar, ni usar una computadora y tiene muchas faltas de ortografía, no está considerada como analfabeta porque sabe leer y escribir un recado.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, seis de cada 100 mujeres y cuatro de cada 100 hombres de 15 años y más no saben leer ni escribir. En México, el 4.7% de la población no sabe leer ni escribir, lo que equivale a 4 millones 456 mil 431 personas.
El rostro de ese porcentaje analfabeta es básicamente indígena. Los estados donde se concentran los mayores porcentajes de analfabetismo en la población de 15 años y más son: Chiapas (13.7%), Guerrero (12.5%) y Oaxaca (11.8%).
Según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en el país la población indígena y la población hablante de lengua indígena registran un menor nivel de escolaridad media, así como una mayor tasa de analfabetismo, 23 por ciento.
El INEE también reporta que una de cada 4 hablantes de lengua indígena entre 20 y 24 años concluye la educación media superior. Además, en nuestro país el 47% de los maestros que trabajan en escuelas indígenas no hablan la lengua indígena de la comunidad donde trabajan y el 43% de los niños indígenas no asisten a preescolares o a primarias indígenas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ser analfabeta se refiere a la persona de 15 o más años de edad que no sabe leer ni escribir un recado. Durante los últimos 50 años, el porcentaje de personas analfabetas de 15 y más años bajó de 25.8% en 1970 a 4.7% en 2020.
De las 4,456,431 personas analfabetas en México, el mayor porcentaje se encuentra entre las personas de 75 años y más con un 26%. En el grupo más joven, de 15 a 29 años hay tan solo un 1%, es decir, más de 445 mil 643 jóvenes son analfabetas pese a que la educación básica es obligatoria y gratuita en México.
Este 8 de septiembre, Día Internacional de la Alfabetización, es importante recordar que una de las consecuencias de ser analfabeto tiene que ver con el ingreso salarial. En un país donde el ingreso trimestral promedio es de 18,000 pesos, baja a los 8,500 entre quienes apenas terminaron la educación primaria.
Para las mujeres el panorama es peor, porque el ingreso trimestral promedio de ellas es de 13,500 pesos, ingreso que disminuye si la educación es baja y depende del número de hijos que tengan.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha planteado públicamente que se desconoce el número preciso de las mujeres indígenas que trabajan o que en algún momento de su vida tuvieron un trabajo del hogar remunerado. Regularmente estas personas no tienen estudios o tienen estudios muy básicos.
“Tampoco sabemos la distribución según el grupo étnico al que pertenecen y lugar de procedencia, ni mucho menos los rangos de edad. La ausencia de datos nos acerca a la invisibilidad del sector”, se puede leer en el documento del Conapred.
La discriminación o la indiferencia que ejerce la sociedad son originadas por la desvalorización de su actividad, porque son mujeres, por su apariencia, por su condición social y étnica. Son mujeres empobrecidas e indígenas.
El país mide la tasa de analfabetismo desde 1895, cuando apenas contaba con 12.6 millones de habitantes, de los que más de ocho (el 82% de su población) eran analfabetos. En 1980, la tasa se había reducido al 17% y en la actualidad es de 5.3 por ciento.
Según la UNESCO, desde 1967, el Día Internacional de la Alfabetización se celebra cada año en todo el mundo para recordar al público la importancia de la alfabetización como factor de dignidad y de derechos humanos.
A pesar de los logros alcanzados, los desafíos persisten, ya que 773 millones de adultos en el mundo no poseen, hoy en día, las competencias básicas en lectoescritura.
El Día Internacional de la Alfabetización 2021 se celebrará con el tema de “Alfabetización para una recuperación centrada en las personas: reducir la brecha digital”.