“En los códices se refleja el mismo estatus tanto el hombre como la mujer. Ellas, manifiestan historias de guerreras y heroínas; los códices nos ayudan a decir que en las comunidades deberían de existir una mayor equidad de género, porque nuestra cultura era así. En los pueblos, las mujeres en algún momento deben retomar ese equilibrio; si algo tienen los códices son esos valores”, aseguró Omar Aguilar Sánchez.
Aguilar Sánchez es originario del municipio mixteco Santo Tomás Ocotepec y residente en Holanda, estudia el doctorado en códices prehispánicos. También es promotor e investigador de la cultura de los pueblos mixtecos y ganador del Premio Nacional de la Juventud 2019.
El especialista explicó que muchos de los manuscritos pictóricos que relatan la vida de los mixtecos y zapotecos fueron destruidos, los pocos que aún sobreviven, no están en Oaxaca sino en Europa o en Estados Unidos.
Rescate de Códices a través de aplicaciones
Para que los mixtecos puedan conocer su historia a través de estos códices, Omar Aguilar, junto con Celina Ortiz Reyes y Selena Pérez, estudiantes del Instituto Tecnológico de Tlaxiaco, desarrollaron la aplicación «Códices Mixtecos», que permite leer los manuscrito en la lengua savi, mismo que está disponible en línea y se puede descargar de manera gratuita.
El investigador precisó que los códices fueron escritos hace 500 años, los cuales contienen mucho de lo que es hoy nuestra cultura; sin embargo, gracias a una educación nacionalista, se nos olvidó quiénes éramos.
Códices ayudan a entender el pasado y el presente de una cultura
Omar Aguilar Sánchez cuestionó: “¿(Acaso) nuestra familia no tiene el derecho de conocer su pasado, su historia? ¿Las nuevas generaciones no están en su facultad de saber sobre su pasado?, entonces hagamos que los códices vuelvan de nueva cuenta a su lugar de origen y que los pueblos se lo apropien”.
Santo Tomás Ocotepec es un municipio de la Mixteca, ubicada a cerca de 200 kilómetros de la capital Oaxaca. La comunidad se ha convertido en unos de los primeros municipios en retomar el topónimo como logotipo oficial. “Se pintó un mural acerca del logotipo; podríamos decir que ese códice ya no quedó en el pasado, sino en el presente de un pueblo”, explicó el investigador.
“A través de los talleres, se han reconstruido los topónimos, es decir; los nombres de lugares en forma de códices. Nuestra cultura no habrá muerto; tampoco significa que uno, va a regresar al pasado; más bien implica cómo estos códices van a reconfigurar el presente. Los manuscritos van más allá de lo que significan en términos del pasado; van hacer un reforzamiento de la identidad misma”, agregó.
Con los códices, las personas tendrán herramientas para que en el mundo externo puedan estar seguro de sus raíces, con un pasado glorioso con base a documentos que sostengan su origen, dijo.
“Mientras tú tengas arraigado esta parte de la identidad, la discriminación si bien no va a erradicarse, vamos hacer más fuertes. Esto va enfocado a darle un sentido de identidad a u pueblo que ha sido oprimido, excluido y que sigue estando en una situación precaria”, reafirmó el también activista.
“Jóvenes deben de apropiarse de su cultura”, Omar Aguilar.
“Es necesario que demos voz, ánimo y fortaleza que necesitan nuestros jóvenes. Cuando no hay un interés, es muy fácil que uno se doblegue, sin embargo hay que picar piedra, como decía mi abuela. Probablemente hace 500 años, después de la conquista nunca más se tocó el tema de códices; entonces, la relevancia de poder hacerlo, ahora, cobra sentido”.
Por Juana García (reportera)