En el municipio de Santiago Tianguistenco, Estado de México, vive Rosalino López Alvarado representante del Consejo Indígena del Trueque que conjunta a ocho municipios, 20 comunidades de los alrededores, teniendo un promedio de 140 afiliados.
El Tianguis del Trueque logró reorganizarse, y tiene como objetivo lograr la autonomía alimentaria con una gran calidad de nutrientes y, sobre todo, sustentable. conformando una entidad económica de facto, beneficiando a familias de los municipios circunvecinos. Esta organización es autónoma.
Es tal la importancia del Tianguis del Trueque que, en la pandemia, fue base y sustento de los habitantes del municipio quienes pudieron satisfacer sus necesidades. La asistencia para truequear se incrementó con las personas que no tenían trabajo.
Este espacio tiene reglas como: hacer jornadas de trabajo que consiste en dejar limpio el espacio donde se hace el intercambio, hacer faenas, utilizar el cubrebocas y no distorsionar el objetivo del tianguis.
María Feliz Alcántara Cantinca, originaria de la comunidad de Tlacomulco Santiago Tianguistenco, Estado de México, cuenta que ella y su familia siembran su parcela y la milpa en general. Habla del costo que tiene la leña, por ejemplo, un palo delgado cuesta un peso; una rama gruesa, dos pesos; una carga de troncos, 300 pesos. Todo le sirve para intercambiarlos por verduras, ropa, zapatos o por un taco de barbacoa que equivale a 20 palos.
Pedro Canicio Alonso Ortiz, de San Bartolo del Progreso, acude junto con su familia a intercambiar tlacoyos, tortillas y pulque. Comparte que, en el mercado del trueque, se fijan que la comida truequeada sea higiénica, sana y nutritiva.
En su comunidad no hay una organización comunal como tal, sino que se organizan por familias, ellos ven lo que les hace falta, lo que pueden producir y comprar el faltante, no se separa el trabajo por géneros, todos le entran al trabajo conforme se necesita; solo las mujeres hacen el trabajo de la casa, las tortillas, la comida mientras que los hombres y jóvenes se alquilan para trabajar.
La verdura que producen está libre de químicos y que, para el maíz, solo utilizan: 1846, fertilizante rico en fosfato, potasio, nitrógeno y Urrea.
Agustina de la Cruz Monroy, una mujer muy animosa que le gusta vivir en el campo y pertenecer al Consejo Indígena del Trueque. Lo anterior, porque le da la oportunidad de abastecerse de todo lo que le hace falta para la semana y con lo que siembra completa la alimentación de la familia, nos platica que en la parte más cruda y fuerte de la pandemia del COVID 19 se vio mucha afluencia de personas que no tenían trabajo y, por tanto, se terminaba todo lo que traían para intercambiar en poco tiempo.
El Consejo Indígena del Trueque es un grupo muy compacto que acude a cualquier llamado que se les hace, como el cosechar en comunidad, hacer construcciones en beneficio de toda la comunidad, limpiar espacios comunes.
Texto y fotos: Angélica Telles