El “lugar montuoso donde el agua se tiñe de rojo”, Huatlatauca, Puebla vio nacer a Gilberta Mendoza Salazar, mujer valiente, que desde niña percibía que algo no estaba bien. Que los usos y costumbres no deben ser aceptados si cruzan el límite de la integridad de las personas, sean hombres o mujeres.
Aunque su destino estaba escrito (ser esposa y madre abnegada y laborar como trabajadora del hogar) Gilberta dejó Tepetzitzintla, una comunidad compuesta por unos mil 500 habitantes, con tan solo 16 años.
Su llegada a la gran ciudad no fue fácil. No encontró cobijo ni en miembros de su propia familia por lo que la casa de una extraña, hermana de su maestra del Consejo Nacional de Fomento Educativo, se volvió su hogar temporal.
Laboró como trabajadora del hogar y como costurera para mantenerse. Se inscribió como perito traductora, oficio nada sencillo, por lo que se dio a la tarea de aprender más sobre términos jurídicos y hasta médicos; y los aprendió tan bien que esa es su carrera.
Conoció al padre de sus hijos, trasgredió lo escrito al no contraer matrimonio al vivir en unión libre por 10 años, relación que concluyó porque eligió la libertad y la no violencia.
Hoy es licenciada en Educación Indígena acreditada por la Universidad Pedagógica Nacional. Realiza su servicio social en radio Xanix y elabora su tesis sobre la importancia de los peritos traductores en los contextos urbanos.
Gilberta es madre de dos hijos, de 20 y de 13 años. Sigue luchando por preservar su cultura, por rendir culto a sus ancestros, por sembrar en sus hijos el amor por sus raíces aun a la distancia.
Es intérprete traductora de su lengua materna, el náhuatl; forma parte del Consejo Consultivo de la Consultiva del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México; lucha todos los días contra la discriminación de indígenas, personas con discapacidad y miembros de la comunidad LGBTTI.
Gilberta sigue escribiendo bajo la luz de un candil, su visión no es la misma que la de aquella niña que soñaba con ser dueña de su propio espacio. Hoy Gilberta sabe que el lugar de una mujer es el que ella elige.
Reportera: Mireya Camacho Morales