La caravana El Sur Resiste es un frente de decenas de comunidades que recorren en varios puntos donde se lleva a cabo la construcción de los megaproyectos llamados el “Tren Maya” y el «Corredor Transístmico”; la Caravana arribó este lunes en La Candelaria, Campeche.
CAMPECHE. – En una desigualdad, donde apenas se observan los movimientos de las personas a lado del monstruoso proyecto, los pobladores de la Candelaria un municipio de Campeche, las familias expusieron a la caravana El Sur Resiste, las afectaciones por la construcción de cientos de kilómetros del mal llamado Tren Maya.
En Candelaria, al menos 300 casas han sido desalojadas desde que se anunció el proyecto en esta comunidad; mucha de las familias que no querían vender sus hogares fueron hostigados y presionados para aceptar las compensaciones monetarias, indicaron los pobladores.
En medio de vigas rojas de acero y de elementos de la Guardia Nacional arribó este lunes 01 de mayo, la caravana El Sur Resiste en la Candelaria, un municipio ubicado al oeste de la ciudad del Carmen, Campeche, en donde se construye una estación y la ruta del «tren de la muerte».
La caravana, arropada por los pobladores de la comunidad iniciaron con un ritual de bienvenida en agradecimiento a la madre tierra. En este espacio pidieron fuerza para continuar con la defensa de la tierra y la vida, a más de seis días de iniciar en la Costa de Chiapas. Además, recordaron la lucha por los derechos humanos de la activista Bety Cariño.
Las niñas y niños que forman que acompañan la caravana encendieron el fuego en el ritual. “Hoy también celebramos su resistir y recordamos que la lucha es también para que ellos y ellas tengan un futuro en este planeta”, fueron las palabras de los presentes.
Desde el inicio de la construcción del Tren, las familias han denunciado el incremento de enfermedades estomacales y respiratorias, los cuales lo adjudican al deterioro de la calidad del agua y del aire, “por respirar constantemente materiales y sustancias utilizadas en la construcción”.
Los pobladores de la Candelaria también dieron a conocer que este proyecto ha provocado que, haya más divisiones entre las familias. Por un lado, las personas que apoyan el proyecto por los falsos beneficios económicos que el gobierno de México ha anunciado y por el otro, las personas que se oponen a su construcción por la destrucción ambiental y social.
Señalaron que, entre las afectaciones más graves, es el relleno a una parte del río de agua limpia que atraviesa a la comunidad, al igual que a los humedales, esto, para poder continuar con la construcción.
Tras dar a conocer los daños evidentes de la Candelaria, los integrantes de la caravana, comenzaron a manifestarse en las calles: ¡Este Tren no es Maya, este tren es militar!; “Queremos progreso”, fueron algunas de las consignas.
Casi al término de la marcha, los manifestantes acudieron junto al río, donde señalaron que de lado izquierdo se puede ver el imponente bosque, “no parece tener fin y es rodeado de árboles y naturaleza. Al mismo tiempo, apuntaron que del lado derecho ha sido cubierto por grava y tierra, «solo 10 metros han dejado para que pueda seguir circulando el agua; no hay árboles ya, solo montones de tierra y una excavadora amarilla que empuja tierra sin parar”.
Una de las vecinas de la comunidad, recordó que las obras relacionadas con el río nunca fueron consultadas y los estudios sobre el impacto ambiental, simplemente no existen. “Es una violación al derecho a la información, a la consulta de los pueblos originarios, y a las leyes mexicanas”.
Tras una jornada larga de información y rechazo al megaproyecto, la caravana partió hacia Valladolid, sobre la ruta de muerte del Tren con el objetivo de visibilizar la destrucción que está provocando el proyecto del mal llamado Tren Maya.
La caravana El Sur Resiste es un frente de decenas de comunidades que recorren en varios puntos donde se lleva a cabo la construcción de los megaproyectos llamados “Corredor Transístmico” y el “Tren Maya”.
Texto: Notimia/ El Sur Resiste
Fotos: David Muñoz