Se acerca el primero de agosto y en los rincones de la Sierra Mixe, ubicados en el noroeste oaxaqueño, las personas Ayuujk Jä`äy (Mixes) se preparan para la ceremonia del machucado, denominado “Mä’ätsy” en su lengua, que se realiza cada año.
Las mujeres comienzan con los preparativos y aprovechan los días de plaza para comprar las guías de calabaza o chayote más frescas, carne de res en tasajo o pescado seco, pepitas o diferentes especies de tomates para la preparación de diversas salsas.
Se acerca el día en el cual las mujeres reafirman su rol como lideresas en esta ceremonia ancestral, pues es un espacio en donde enseñan y transmiten a los más pequeños el modo de elaboración de este peculiar platillo. La cocina se llena de humo y de exquisitos olores y sabores, el
sonido del metate yendo y viniendo ameniza este espacio, el escenario de una gran fiesta llena de respeto, alegría y regocijo a lado de los seres queridos.
Es un momento de cooperación de toda la familia: hay quien se encarga de dejar listos los espacios para disfrutar de este rico platillo, mientras otros, a un costado del fogón pondrán a herrvir guías o quelites y a asar diversas carnes.
La tradición en los hogares Mixes
El platón de barro sobre las brazas ardientes indica que es hora de tomar los respectivos lugares en pequeños bancos a su alrededor; las manos quemadas y acaloradas de la mujer que encabeza esta ceremonia coloca sobre el platón las memelas a media cocción ya machucadas y aplastadas tomando la forma de éste, después será bañada de una rica salsa de pepitas, de chile de árbol, o salsa de tomates según lo prefiera quien lo vaya a degustar, después se le agrega cilantro y cebolla picada y es una particularidad de cada familia ponerle algún ingrediente extra; cada integrante deberá tener ya en su espacio, aguacate, tasajo y todo lo que desee para acompañar este platillo.
Así inicia esta experiencia comunitaria gastronómica, en algunos hogares las personas adultas mayores dan mensajes o hacen peticiones referentes a que no falten los alimentos durante agosto. Una vez esto, todos comparten y comen del mismo platón, tomando con los dedos, pequeños trozos de masa preparada hasta que el Mä’ätsytyexy quede completamente vacío.
Existen diversas creencias alrededor de esta ceremonia, depende muchas veces de la tradición oral de cada comunidad Mixe y éstas tienen que ver con las consecuencias de no comer este platillo o, de lo contrario, sobre las recompensas que trae.
“Si llega una visita mientras estás comiendo machucado y no acepta la invitación de sumarse a la convivencia, podría ser atacado por un Kääj (Felino de gran tamaño)”, asegura Lucia Martínez Pérez.
“Si aguantas hasta el final y te comes el último bocado significa que vas a heredar la casa de tus padres”, asegura Estela Martínez María.
*Mañana segunda y última parte.
Reportera: Diana Laura Domínguez