En el año 2018 la médica fue coautora del libro Traducción e interpretación de las lenguas indígenas y de la Guía práctica para el alivio del dolor y cuidados paliativos, publicados en zapoteco con su traducción al español. También creó un glosario médico en zapoteco de San Bartolomé Quialana, Tlacolula.
OAXACA.- María de Lourdes Martínez Gómez es médica anestesióloga originaria de San Bartolomé Quialana, Tlacolula, es hablante del zapoteco del Valle, coordina una “tropa” de intérpretes y traductores en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca que ayuda a las y los pacientes a recibir un trato médico más digno.
Por esta labor recibió este viernes el reconocimiento ciudadano ‘Mujer Oaxaqueña 2024 Sara Artemisa Brena Torres’ del municipio de Oaxaca de Juárez.
La especialista ha trabajado desde el inicio de su carrera por hacer que las lenguas indígenas se escuchen en los hospitales porque sabe que la calidad de atención es mejor si a los pacientes se les habla en su lengua, pues esta crea un vínculo de confianza y empatía, además de un derecho fundamental de las personas hablantes de lenguas originarias.
“Ellos vienen sufriendo de un lugar muy alejado, dejan todo, dejan su familia y llegan acá con un bloqueo que es la barrera del lenguaje. Se regresan igual porque no entendieron nada, porque no tienen dinero para los medicamentos, etc.”, relata.
María de Lourdes está convencida que, hablándoles en su lengua, dándoles la información de la manera correcta, ellas o ellos van a poder curarse, regresar a su población y evitar mayores gastos.
Su mayor satisfacción es abonar para que la gente que llega de las comunidades rurales a Oaxaca hagan efectivo su derecho constitucional a la salud, que a pesar del tiempo no se concreta porque adolece de intérpretes en este campo.
La médica anestesióloga tiene el objetivo de que cuando él o la paciente llegue a urgencias sean atendidos en su lengua, porque actualmente el paciente no puede decir dónde le duele, no se puede expresar bien por el pudor o la pena.
La “tropa” consta de al menos 25 enfermeros, enfermeras y camilleros que coordina, hace una labor fundamental hablándoles en zapoteco, mixteco, mixe, chinanteco para que los pacientes se sientan con más confianza y puedan decir lo que sienten y entonces se pueda hacer un diagnóstico real y así puedan dar el tratamiento adecuado.
“A eso me dedico en mis tiempos libres”, dice. María de Lourdes ha cursado diplomados en administración de hospitales, interpretación y traducción de lenguas indígenas, entre otros muchos cursos, y una Maestría en Docencia, un Doctorado en Ciencias de la Educación e Innovación Educativa en el año 2022.
Distintas asociaciones promotoras y defensoras de las lenguas originarias como Cepiadet, han señalado la importancia de traductores de lenguas indígenas en los hospitales, ya que ellos o ellas ayudan a tener una comunicación asertiva con el médico, a disminuir la sensación de miedo, estrés, ansiedad e incomprensión por parte del paciente. A pesar de eso, en Oaxaca apenas son 124, según datos del gobierno federal, pero no hay un registro exacto de cuantos están en el área de salud.
“Necesitamos de todas las lenguas porque es una gran población que recibimos”, dice la entusiasta médica. Eso permitiría no solo el bienestar del paciente sino del médico, porque así sabemos que cumplimos con nuestro trabajo y lo hicimos bien”.
Entre otras actividades de la activista es visitar cada año va a las comunidades para informar a las mujeres en su lengua sobre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, una enfermedad que padecen muchas oaxaqueñas por exponerse al humo de la leña. “Es eso el derecho a tener un intérprete en salud», concluye la galardonada.
Texto: Rocío Flores
Foto: Especial