Actualmente se hablan en el mundo unos 7,000 idiomas, de los cuales 6700 son indígenas. Cada mes se extinguen dos de ellos, el 40% corre el riesgo de desaparecer y, con ello, el cúmulo de conocimientos de los pueblos que las hablan. Los procesos de racismo y colonización ponen en riesgo nuestras lenguas, pero hoy también debemos considerar factores como el cambio climático, una enfermedad que modifica nuestros territorios y pone en riesgo conocimientos y prácticas preservados a través de miles de años.
Nuestros territorios, suelos y cielo, no son los mismos de hace 20 o 30 años, pero los cambios más significativos han sido recientes. Anteriormente se vivían de manera muy específica, dejando su recuerdo en la memoria colectiva:
“Al término de la Segunda Guerra Mundial, en el pueblo se presentaron muchas enfermedades, muchos cambios en el ambiente y, seguramente, tuvo que ver con todo lo que se generó en esa guerra: los químicos que se usaron, etcétera. La tierra es una sola y lo que se hace del otro lado del mundo tiene sus consecuencias aquí. […] O el año, cuando hubo mucha sequía y no tuvimos maíz para el alimento diario” (Fragmento de un diálogo con una campesina de Tlahuitoltepec, Oaxaca)
Ahora los cambios en el territorio se ven mucho más graves y permanentes:
“La milpa se sembraba en meses específicos. Allá cerca de la montaña Ii’pyxyukp se sembraba en enero-febrero, en los alrededores del centro del pueblo se sembraba entre marzo-abril y en la zona más templada del pueblo se sembraba entre mayo-junio. Conocíamos la temporada de los diferentes tipos de lluvias porque aquí los clasificamos y nombramos de diversas formas y conceptos: las temporada de calor, de granizos, de heladas. Todo, todo, llegaba a su tiempo hasta hace poco cuando empezamos a ver cambios muy drásticos en el clima. Los ciclos ya no son los mismos de antes. De pronto, llueve muchísimo o hace muchísimo calor y no llegan las lluvias. Entonces, nuestro ciclo de siembra ya no se mantiene, nos mueve todo” (Fragmento de un diálogo con una campesina de Tlahuitoltepec, Oaxaca).
Así se describe al fenómeno del cambio climático, un concepto que por sí mismo no existe en nuestra lengua pero que se vive en la sierra Ayuujk y está presente en toda la región, el estado y el país. El cambio climático puede causar la desaparición de sistemas de conocimientos vinculados a los ciclos de siembra y del clima que son resultados de miles de años de observación y sistematización de los pueblos Ayuujk
Dentro del ciclo de lluvias para la comunidad de Tlahuitoltepec Mixe se encuentran distintos tipos de lluvias:
Tuupu’xp es la que se acerca a lo que se denomina llovizna. Es una lluvia que parece sólo un rocío, gotas muy débiles de agua y se presenta durante junio a agosto.
Pejytyuuj se llama a la llovizna o chubasco que se presentaba durante junio a agosto.
Anaatuuj es la lluvia con tormentas eléctricas y truenos. Se presentaba en los meses de marzo, abril y mayo (previo y durante la época de siembra). Cuando caía la primera lluvia de este tipo significaba que ya se podía sembrar.
Tëtst tuup es la lluvia con granizos que se podían presentar ocasionalmente entre los meses de marzo a mayo.
Poottuuj es la lluvia que se presentaba durante el período comprendido de agosto a inicios de noviembre. Era una lluvia permanente. El Sol se asomaba pocas veces durante esos días.
Tsujxttuup es la lluvia helada o agua nieve. Se presentaba en la temporada de noviembre a febrero.
Existen otros tipos de lluvia, como el tsen’uu’pykytyuuj. Es una lluvia que se conoce como lluvia “de nagual” porque se considera que es una lluvia provocada por alguien que tiene esa conexión con su nagual.
Todos estos conocimientos han sido desarrollados por nuestras ancestras y ancestros: el conocimiento y la ciencia de la climatología, de las precipitaciones, del ciclo del agua y de la lluvia, el ciclo de los vientos, son saberes que a lo largo de miles de años se han ido transmitiendo de generación en generación, así como sus clasificaciones, nombres en la lengua Ayuujk y su relación con los ciclos agrícolas, lo que ha procurado un equilibrio entre el habitar el territorio y la madre tierra.
Consecuentemente, estos conocimientos están fuertemente vinculados con la cosmovisión y espiritualidad de nuestras comunidades, donde los ciclos del tiempo se tejen con los ciclos de ceremonias y ofrendas que implican rezos, preparación, conservación e intercambio de semillas, así como el trabajo agrícola.
Al cambiar los ciclos, tiempos y espacios de diversos fenómenos como las lluvias, los vientos, cambiarán con ellos sus nombres, concepciones y conocimientos. Por lo tanto, la pérdida de ecosistemas y los cambios en el patrón meteorológico tienen graves consecuencias. Llevan, implícitamente, a la pérdida del conocimiento de estos ciclos. Si ya no suceden y no se viven o presencian durante el ciclo anual, entonces, sus nombres y el ser nombrados en la lengua, también desaparecerá.
El cambio climático impacta de manera específica en uno de los principales elementos de la cosmovisión: el territorio. En la medida en que se ve afectado, pone en riesgo la permanencia y resistencia de los pueblos indígenas, sus conocimientos, ciencias y lenguas, porque va de la mano con el aprovechamiento de la madre tierra, el sembrar y cosechar plantas, alimentos, agua, aire, leña y la colectivización del trabajo en los territorios. Además, al no haber posibilidades de una cosecha para el ciclo agrícola, la población tiende a emigrar para obtener posibilidades de subsistencia y existencia en este mundo.
Con dejar de mirar el cielo, dejar de percibir la lluvia, dejar el territorio para sembrar y cosechar, nuestra lengua y territorio sólo quedará en la memoria si no se proponen alternativas que las mantengan vivas.
Este texto fue escrito por Lilia Heber Pérez Díaz, Comunera de Tlahuitoltepec Mixe. Forma parte de Milpamérica — Futuros Indígenas y la organización de mujeres Poj Kää, donde colabora como coordinadora y en la elaboración, gestión y ejecución de proyectos en temas de la biodiversidad, gastronomía, medicina y herbolaria de la cultura Ayuujk, fortaleciendo la cosmovisión, cultura y lengua Ayuujk.